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La Habana, Cuba. – Luego de una mañana aclarando incidentes en la guerrilla, el 26 de febrero de 1967, Ernesto Guevara decide avanzar y alcanzar Río Grande.

El boliviano Benjamín Coronado Córdova se había quedado detrás y mostraba agotamiento y dificultades con la mochila; sin embargo, rebasó al colectivo, aunque después perdió el trillo de subida. Al tratar de encontrar la vía, cayó; no sabía nadar y la intensa corriente lo arrastró hasta que desapareció en un remanso; varios combatientes trataron infructuosamente de auxiliarlo.

Benjamín Coronado Córdova, miembro del Ejército de Liberación Nacional, se había unido a la guerrilla de Ñacahuasú diez días antes de cumplir 26 años; a su muerte, Ernesto Guevara, el Che, apuntó en su diario: Tenemos ahora nuestro bautismo de muerte a orillas del Río Grande, de una manera absurda.

Benjamín, el boliviano

La primera muerte en la guerrilla de Ernesto Guevara en Bolivia fue el maestro Benjamín Coronado Córdova, joven de veintiséis años, nacido en Potosí, el 30 de enero de 1941.

Había estudiado en la Escuela Normal, donde se hizo maestro y comenzó su lucha en una humilde escuelita de La Paz; cuentan que era solidario con los demás, firme para defender sus convicciones y combativo contra la injusticia social.

Al campamento de Ñacahuasú llegó el 21 de enero de 1967, un día lluvioso en el que apenas el entorno era visible. Miembro del Partido Comunista de Bolivia, Benjamín Corona Córdova fue ubicado en la vanguardia por sus conocimientos de armas; el Che destacó en él su gran voluntad para vencer los obstáculos, aunque el físico no le acompañara en las duras pruebas de la lucha armada.