Primera parte

(Apuntes para el fundamento histórico)

De la carta al coronel Federico Pérez Carbó, fechada el 14 de julio de 1896 extraigo: «De España jamás esperé nada; siempre nos ha despreciado, y serí­a indigno que se pensase en otra cosa (…) Tampoco espero nada de los americanos; todo debemos fiarlo a nuestros esfuerzos; mejor es subir o caer sin su ayuda que contraer deudas de gratitud con un vecino tan poderoso». Por supuesto, es de Maceo el texto, quien tempranamente entendió lo peligroso que era tener un vecino poderoso y con las ambiciones que mostró luego documentara la historia.  Maceo creía fervientemente en que el gobierno —al menos al inicio de la República— debía ser militar, en contraposición a los postulados de Martí, no era por capricho del mulato, sino que sabía de las flaquezas del regionalismo, el caudillismo, el anexionismo, y otros “ismos” de aquellos tiempos, que aún persisten. ¿Tenemos flojera ideológica? Claro que no. ¿Necesitamos un partido único? Claro que sí. ¿Podemos darnos el lujo de las inspiraciones ingenuas y las confusiones porque el zapato aprieta? Claro que no… Más del 70% es un buen número para estos tiempos en que el abstencionismo global (en las últimas elecciones realizadas en algunos países) está rondando el 40%. Y cito algunos apuntes previos: “El abstencionismo electoral, en su forma más simple, queda explicado como la no participación de los ciudadanos facultados para votar por sus representantes o por un procedimiento parlamentario. Por regla, representa una vía de inconformidad social de quienes participan en el ejercicio democrático. A través del ejercicio del voto, la ciudadanía en general y el ciudadano en particular se convierte en actor principal y cumple con la función constitutiva del sistema democrático establecido en una nación determinada y transita por el proceso adecuándose a las normas electorales vigentes. En su sentido funcional, el carácter voluntario del voto como derecho, pasa a un segundo plano para imponerse en su carácter de compromiso, de deber ciudadano”. Y continúan los apuntes; “La observación de algunos medios de prensa internacionales —en los últimos tres años— develan que el fenómeno del abstencionismo es creciente y ronda el 40% como valor medio universal, al respecto algunos titulares exponen:  La Asamblea Nacional de Francia activó hoy una consulta ciudadana en línea para indagar las razones del alto abstencionismo registrado en recientes elecciones (…) La degeneración de la prensa y los políticos está contribuyendo al hastío y el desencanto de la política en Occidente; el modelo actual de democracia liberal es inoperante y absurdo, y su proceso de elección de líderes es ineficaz (…) Lula y Bolsonaro se movilizan para tratar de reducir la abstención. Los días festivos o la disponibilidad de transporte gratuito son clave (…) En las presidenciales de 2018, en la primera vuelta liderada por Iván Duque, Gustavo Petro y Sergio Fajardo, fue del 47 por ciento, por lo que se considera el período de mayor participación electoral en el siglo XXI (53% de abstencionismo) (…) Santiago de Chile. Solo el 42 por ciento de los chilenos está seguro de votar en las importantes elecciones del próximo fin de semana, revela hoy una encuesta de la consultora internacional Ipsos.

El 31,5% de los cubanos optó por no votar en las elecciones municipales, un dato inédito desde el triunfo de la revolución…

Segunda parte

(Apuntes para la interpretación legal)

En estas elecciones nacionales he visto de todo.

Mientras en #Cuba se sigue la ruta democrática refrendada en la Constitución, y definida en La Ley Electoral (No. 127/2019), a fin de elegir los diputados a su Asamblea Nacional que a su vez elegirán al Presidente de la República, proceso concebido en un amplio ejercicio de consultas al total de los delegados del poder popular en la base y que a su vez son diputados de las asambleas municipales. En este contexto se desató una fuerte campaña enemiga en contra de la constitucionalidad y en pos del abstencionismo.  Mensajes difundidos instan a deslegitimar el sistema, calificándolo de “pantomima”’, en tal sentido exponen con desfachatez “la única forma que tienen los votantes para expresar su voluntad política en contra es emborronar las boletas o dejarlas en blanco” (…)  “dejar la boleta en blanco o anularla es la única acción política directa contra la dictadura en estas elecciones, pues un opositor pacífico que no vota equivale a un alzado que deserta”. La batalla disidente estuvo enfocada al abstencionismo, como complejo fenómeno de «no participación» que hoy cala las sociedades del orbe, sin embargo, la intención fue aplicarla en Cuba  y que como resultado obtuviéramos  una especie de castigo, todo lo cual resultaría de la matriz socorrida para mostrar la Isla como estado fallido, con un pueblo agotado y hastiado. Algún que otro columnista descolocado y agresivo ofreció la hipótesis:  “Si el pueblo cubano -o al menos su mayoría- está contra el gobierno, una buena oportunidad política para demostrarlo es colarse por la fisura estructural de las próximas elecciones equivalentes a referendo”.

Tercera parte

(Apuntes para entender el acompañamiento democrático)

He visto por estos días muchas cosas. Primero que todo, la crítica afilada contra el “partido único”… y no por casualidad, costumbre o filantropía gusanoidea. He visto una pintura “opositora” en un muro contra el PCC… y todo porque el partido único, de pies firmes —aunque duela a los endebles— ha estado  junto a las estructuras de gobierno en los barrios. He visto zapatear 10 km a algún que otro funcionario junto a los delegados  en una tarde, explicando las razones del voto, conversando con la gente, acompañando. También lo vi en México donde los partidos se disputan la base electoral. No es raro que el partido haga su trabajo y esta vez lo hizo bien y se alcanzó —sin prometer nada— más del 70%. A diferencia de otros partidos, el partido comunista de Cuba no promete nada, ni puestos, ni dinero, ni pollo, perros calientes o picadillos. El PCC se batió duro contra un enemigo atrincherado a 90 millas —metiendo cabeza con promesas de parole y patrocinadores—  y ganó la partida. ¿Desleales? Lo son, y marañeros. Unos días antes nos intentaron asustar nuevamente con la lista de países patrocinadores del terrorismo y la congresista María Elvira desgajó la guásima pidiendo a Blinken que no se atreviera a sacarnos… pues mira, ahí están los resultados. O se sientan y quitan la paja alrededor del secuestro de la política con Cuba o nos pasamos el bloqueo con guasimal y todo por la finca.

Cuarta parte

(Exhortación final)

No se aflojen muchachos (Uds. son valiosos), estamos ganando. De Fidel aprendimos que mientras más valor muestres más éxitos te esperan. Acompañen, aporten y cuando duden, pregunten. Aquí estamos los de un poco más de experiencia, sin miedos ni preocupaciones más allá de lo permisible. Después de 65 años ya no hay “pa’ tras”. El que no pueda que se aparte, pero que no confunda. Eso, eso no lo permitiremos. Es simple.


Fotos y Video: Javier López