La Habana, Cuba. – La comunión de intereses de los países del Sur quedó evidenciada en la primera plenaria de la Cumbre de los 77 y China, que se celebra en La Habana.
Se pudo aquilatar todo lo que nos identifica: desde la convicción de que la ciencia, la tecnología y la innovación resultan imprescindibles para el desarrollo sostenible, hasta el reclamo de que a nuestros países debe asegurárseles el acceso a ellas.
Dicha demanda pasa por la exigencia del nuevo orden internacional, de otra arquitectura financiera, y del incremento de la cooperación Sur-Sur, ya que la ayuda del Norte sigue brillando por su ausencia.
Resultó aleccionador escuchar esos, y otros retos y diagnósticos, de voz de los dignatarios de muchas de esas naciones e, incluso, de parte del secretario general de la ONU, António Guterres, quien reconoció que el mundo le está fallando a los países pobres.
Una cita exitosa
La presencia de 114 países en la Cumbre de La Habana, y su coincidencia en las visiones acerca de los retos y salidas que se abren ante el Sur global, corrobora la confianza de que el proyecto de Declaración Final propuesto, será suscrito este sábado.
Pero lo más importante es que ese texto, y las acciones en él contempladas, serán otro punto de partida para los 77 y China: un grupo donde se observa coherencia pese a la diversidad, como lo exige el importante rol que debe seguir desempeñando.
Ese conglomerado es la mejor expresión del mundo en desarrollo. La sugerencia de acciones que se materializan en 17 proyectos de colaboración, constituye otro punto a favor de su avance, y ratifica la convicción expresada por algunos participantes de que es la hora de actuar, y pasar de los postulados, a la acción.