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Foto/ACN

Luego de 10 días de combate, el 21 de julio de 1958 rebeldes al mando del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz salieron victoriosos en la batalla de El Jigüe, frente al batallón número 18 de infantería de la dictadura batistiana.

Gracias al arrojo, capacidad de movimiento y magistral conducción de su líder, los revolucionarios dan el tiro de gracia a la gran ofensiva desatada por el enemigo en la Sierra Maestra.

Quedó desmoronada la movilización de 10 mil efectivos, con el apoyo de tanques, artillería, aviación y logística a escasos kilómetros de la Comandancia General del Ejército Rebelde.

El Jigüe demostró que el núcleo guerrillero se había transformado en una fuerza capaz de resistir y derrotar a las más selectas tropas, y resultó preludio de la avalancha que pocos meses después culminó con el triunfo de enero de 1959.