La Habana, Cuba. – Antes de que la mayoría de los votos fueran emitidos en el caucus en Iowa, Trump fue declarado ganador en la votación que esta semana abrió el antepenúltimo tramo de la contienda electoral en Estados Unidos.
Los caucus son reuniones vecinales organizadas por separado por los partidos demócrata y republicano para que las personas expresen la aceptación de la candidatura de uno u otro postulante partidista.
Como se preveía, el ex mandatario le pasó por arriba al gobernador floridano Ron DeSantis y a la ex embajadora en la ONU, Nikki Haley, los otros dos republicanos con alguna posibilidad en la carrera por la Casa Blanca.
Pero aún quedan algunas paradas importantes como el llamado Super Martes, el 5 de marzo, cuando 15 estados irán a las urnas, entre ellos California y Texas, los dos más grandes del país.
Favorito en la carrera
Resulta sorprendente que Trump siga siendo el favorito para ganar en noviembre las próximas elecciones presidenciales.
El ex mandatario estadounidense enfrenta cuatro causas penales y está imputado de 91 cargos, entre ellos de instigar el asalto al Capitolio, lo que en cualquier otro lugar sería una imputación por intentar un golpe de estado.
Lejos de perjudicarlo, esas acusaciones validan un sentimiento de agravio entre votantes de derecha, convencidos de que el díscolo magnate fue despojado del triunfo electoral en 2020.
Además, la retórica trumpista sigue funcionando cuando acusa a la administración de Joe Biden de organizar una cacería de brujas por los casos judiciales pendientes, un cuento que mucha gente se traga. Pero la carrera electoral es larga, aunque por lo pronto, Trump se robó la arrancada.