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Alepo fue liberada del ataque terrorista

La Habana, Cuba. – El reciente asesinato del embajador ruso en Turquía, Andrey Karlov, posiblemente abra una nueva etapa en la crisis siria, indisolublemente ligada a ese acto terrorista.

Queda por descubrir, en primera instancia, si el asesinato fue el acto premeditado de un solitario loco o la acción concertada de una célula terrorista o una operación de los servicios secretos de alguno de los países preocupados por el acercamiento ruso-turco.

En ese sentido, la prensa de Ankara acusó a la CIA de urdir el asesinato del diplomático, ejecutado entonces por el movimiento que encabeza del teólogo opositor Fethulá Gulen, quien vive en Pensilvania.

Lo cierto es que el atentado contra el embajador ocurrió cuando los cancilleres y ministros de Defensa de Rusia, Irán y Turquía se reunían en Moscú para analizar el conflicto sirio, lo que dejó fuera de juego a la diplomacia occidental.

Camino a la paz

Hemos acordado una declaración conjunta con medidas encaminadas a relanzar el proceso político para poner fin al conflicto sirio, afirmó el canciller ruso, Serguei Lavrov, tras reunirse con sus pares de Turquía e Irán en una reunión marcada por el asesinato del representante diplomático de Moscú en Ankara.

Rusia logró en hacer prevalecer el criterio de que lo importante en Siria es el enfrentamiento al terrorismo islámico, por encima de la salida del poder del presidente Bashar Al Assad, como pide Occidente.

La reunión ratificó el éxito del cese al fuego y la evacuación de civiles de la golpeada ciudad e Alepo, escenario de cruentos combates entre yijadistas y fuerzas leales al gobierno sirio.

El asesinato del embajador ruso pudiera ser entonces el catalizador de una solución política para Siria, donde parece que no hay futuro para los cañones.