Una tormenta local afectó la víspera el servicio eléctrico a varias viviendas, en Holguín, tras la caída de un árbol con daños a la red, una escena común en una región impactada anualmente por esos fenómenos, además de peligrosos huracanes.

Autoridades locales y entidades encargadas acudieron de inmediato al sitio, para evaluar daños y actuar para restañarlos, como ocurre cada vez en todo el territorio, acorde a la estrategia del país ante eventos severos de tal naturaleza.

El reciente ejercicio Meteoro constató la preparación del nororiente cubano, para afrontar catástrofes naturales de diversa magnitud u origen, y entre las fortalezas se reinstaló el radar doppler del servicio meteorológico, en beneficio de pronósticos y alertas tempranas.

Entretanto, la capacidad de embalse de agua, en la región, ha impedido grandes inundaciones como las del huracán Flora hace varias décadas.

Reducir vulnerabilidades

La capacidad de respuesta temprana para proteger la vida de las personas y los recursos de la economía, en Holguín, acorde a la estrategia de la Defensa Civil en el país, pudieran ser insuficientes ante vulnerabilidades como el deterioro habitacional en esa provincia.

Con índices desfavorables en conservación y calidad constructiva de las viviendas, se añade la amplia utilización de cubiertas ligeras en todo el territorio, incluida la capital provincial que, al paso de los ciclones, suman daños al patrimonio familiar y restan capacidad de respuesta.

En tanto el programa de la vivienda busca avanzar en soluciones de hábitats sostenibles, que mejoren la calidad de vida de las familias y reduzcan vulnerabilidades ante fenómenos naturales frecuentes, se requiere de más agilidad, conciencia y sensibilidad.  

Descartemos esas soluciones ligeras que pesan sobre el bienestar de nuestra gente.