La Habana, Cuba. – La inédita votación de Washington junto a Moscú en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas frente a una resolución propuesta por Europa, hizo más visibles las fisuras surgidas entre Estados Unidos y el Viejo Continente.
La resolución versa en torno a Ucrania, y ha sido presentada cuando el acercamiento entre Washington y Moscú para relanzar los nexos y allanar la salida política al conflicto ruso-ucraniano, ha dejado fuera a Bruselas y a Kiev.
Aprobado por 93 países, pero con 18 en contra y 65 abstenciones, el texto exige la retirada rusa de los territorios liberados en Ucrania, una demanda que entorpece la posibilidad de la paz.
Rusia reitera la disposición a negociar, pero antepone la no entrada de Kiev a la OTAN, y el respeto a los territorios antes ucranianos que se independizaron y votaron su adhesión a Moscú.
Zancadillas a la paz
Buena parte de Europa aduce preocupación por su seguridad, y quiere recaudos que «protejan» a Ucrania y a ella misma luego de una negociación que ponga fin a la guerra. Pero su actitud parece más la de una fuerza con el orgullo herido.
La Unión Europea no ha sido tomada en cuenta por la administración de Donald Trump, cuya estrategia en el tema ha dado un giro a la posición de su país frente al conflicto: Trump no seguirá otorgándole fondos.
Europa, que ha quedado sola con Ucrania y su derrota militar, se resiste a esa realidad. En contrapartida al proceso de diálogo ruso-estadounidense, países europeos se reunieron en Kiev este lunes para ratificar su respaldo al gobierno de Zelenski y ofrecerle algún armamento.
Pero ello no bastará para sostener el conflicto. La negociación puede ser entorpecida, mas, al final, será la única salida.