La OEA decidió desentenderse de cuanto acontece en Brasil. Foto: Tomada de Cubadebate

Aunque los medios de prensa que atacan a los gobiernos progresistas latinoamericanos se empeñaron en escamotear la noticia, lo cierto es que la Organización de Estados Americanos (OEA), rechazó oficialmente debatir el caos político brasileño, mientras las fuerzas represivas locales atacaban a los manifestantes opuestos al presidente de facto Michel Temer.

Con un resultado de casi medio centenar de heridos, las marchas populares llenaron en días pasados las principales plazas de Brasilia para demandar la renuncia del mandatario golpista, luego que se dio a conocer públicamente su implicación en actos de tráfico de influencias y soborno para evitar acusaciones en su contra por personas implicadas en el manejo sucio de fondos empresariales. En pocas palabras, la abierta defensa de todo un delincuente neoliberal.

Apañadora de oligarcas

Según medios de prensa, el Consejo Permanente de la OEA se negó a abordar la crisis política en Brasil, y decidió desentenderse de manera absoluta de cuanto acontece por estos días en el gigante suramericano.

No obstante, su Secretario General, Luis Almagro, no pierde un minuto para arengar al incremento de la violencia derechista en Venezuela y estigmatizar y demonizar a sus autoridades legítimamente electas.

Este contraste indica sin dudas, y una vez más, la calaña de esa pretendida entidad hemisférica y su total involucramiento en la intentona imperial-oligárquica destinada a derrocar a la Revolución Bolivariana.

Razón tienen entonces aquellos que califican a la OEA como una mácula regional y abogan por su disolución absoluta.

 

 

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