La Habana, Cuba. – Quizás esta sea la Navidad más dura de la Humanidad. no la más cruenta, porque las Guerras Mundiales fueron momentos muy sangrientos de la Historia.

Sin embargo, el desbocado galope de la actual pandemia involucra a casi todos los países donde ha dejado una estela más o menos sangrienta. Más de 78 millones de contagiados y un millón 700 mil muertos marcan como dolorosa huella toda la geografía mundial.

En apenas un año, desde que apareció la Covid-19 en China, el nuevo coronavirus se convirtió en un flagelo que no solo cobra vidas, sino que trastocó el comportamiento humano como nunca había sido visto. Y ni un aspecto de la cotidianidad se ha salvado del desorden y la incertidumbre que trajo ese mortífero enemigo invisible que no diferencia edades, riquezas, colores de la piel o credos religiosos o políticos.

Nueva normalidad

La actual crisis sanitaria mundial pudiera convertirse en un referente de la vida humana. Quizás, a partir de ahora la existencia de los seres humanos sobre el planeta pudiera dividirse en Antes de la pandemia o Después de la pandemia, un ejercicio, o mejor dicho, una decisión que queda en manos de los historiadores del futuro.

Lo cierto es que hoy todos estamos aprendiendo a vivir de una manera diferente en la llamada nueva normalidad.

Estamos obligados a tener nuevos modos de relación no solo entre las personas, sino también entre instituciones y países.

Los cubanos, que somos tan dados a expresar los afectos, tenemos que asumir nuevas normas de convivencia, ahora y en el futuro más inmediato. Y solo así, con responsabilidad, será un mal recuerdo esta cruenta Navidad vírica del 2020.