Compartir

La Habana, Cuba. – Nacido en plena Guerra Fría, en 1964, el Grupo de los 77 y China constituye el más variopinto bloque global de la contemporaneidad.

Conformado hoy por 134 países, desde su surgimiento proclamó la voluntad de las naciones en vías de desarrollo de alcanzar un nuevo y más justo Orden Internacional.

En ese empedrado camino, el grupo busca articular y promover los intereses económicos colectivos de sus miembros, que representan al 80 por ciento de la población mundial y más de dos terceras partes de la membresía de la ONU.

Quizás esa haya sido la razón por la que, justo al ser creado, el bloque fue considerado como el fenómeno más importante de la post guerra al comenzar lentamente a erigirse como un respetable gigante internacional.

Importante actor mundial

El Grupo de los 77 y China ha pasado a ser un relevante actor en el escenario internacional por la capacidad de negociación conjunta de los principales asuntos económicos mundiales.

La actuación del grupo, nunca como ahora, tiene el inmenso desafío de enfrentar una galopante crisis planetaria y un abismo de desigualdad.

La desmedida ambición del Norte opulento y neocolonial constituye un freno al desarrollo del Sur empobrecido y colonizado que tiene que ser revertido por un bloque que, como demandó Fidel hace casi un cuarto de siglo, necesita de la reflexión colectiva para enfrentar las nuevas realidades mundiales.

En ese propósito, la diversidad cultural, geográfica o de nivel de desarrollo lejos de ser debilidades es la verdadera fuerza del Grupo de los 77 y China.