La Habana, Cuba. – Mientras Washington trata de satanizar a Cuba para justificar el bloqueo, decenas de naciones elogian su altruismo, y se yerguen contra el propósito de aislarla.
Son dos posiciones yuxtapuestas que, al coincidir en el tiempo, muestran de forma diáfana la hipócrita política estadounidense y su descarado uso de la mentira contra la Isla.
Cuando Estados Unidos anunciaba este miércoles la re-inclusión de nuestro país en la lista de países que supuestamente no cooperan en la lucha contra el terrorismo, el Movimiento No Alineado, integrado por 121 Estados, expresaban su aprecio y gratitud a los profesionales cubanos de la salud que cooperan en decenas de países.
Así, los NOAL se rebelaban contra el propósito de la Casa Blanca de cercenar los servicios médicos que Cuba ofrece por el mundo, y enaltecían su lucha por la vida… Porque Cuba nunca ha amparado el terror.
Varios dobles raseros
Pero las falacias de Estados Unidos no solo son visibles en su política hacia Cuba, y la manipulación del terrorismo como instrumento de presión contra ella.
El que acusa es un país que no solo promueve el flagelo, sino que lo ha usado como política de Estado para cambiar regímenes en otras naciones, como lo ha hecho contra la nuestra.
De otro lado, la amenaza de negar visa a los funcionarios de terceros países relacionados con la colaboración médica cubana ratifica el desprecio de Washington por la vida humana.
Así lo evidencia su retirada de la Organización Mundial de la Salud y el recorte, desde el año pasado, de los fondos con que contribuía a la labor de esa instancia de la ONU.
Según la Organización, la decisión perjudicará sus programas de ayuda y a decenas de miles de personas. Ello invita a volver a preguntarse: ¿quién promueve el terror?