La Habana, Cuba. – Donald Trump suspendió recientemente medidas aprobadas por Barack Obama para facilitar el ingreso a universidades a jóvenes negros e hispanos, informó en Washington la agencia noticiosa española EFE.

El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions opinó que las medidas eran innecesarias pero el Partido Demócrata reitera su vigencia. Al mismo tiempo recordó el elevado costo de esos estudios para sus minorías.

La Universidad Georgetown en 2013 ratificó que la mayoría de estudiantes blancos acuden a instituciones privadas y aumenta la matricula de las minorías en centros públicos.

En esa fecha fue efectuado un juicio a la Universidad de Harvard para determinar la discriminación sufrida por estudiantes asiáticos durante su ingreso al plantel. Cinco años después Trump cierra las puertas universitarias a negros e hispanos residentes allí.

¿Una bomba de tiempo racista?

En días pasados, Donald Trump cerró las puertas universitarias a estudiantes negros e hispanos de Estados Unidos. Expertos alertaron la posibilidad de que ello incremente el debate sobre el tema.

¿Acaso el presidente Donald Trump no es capaz de ver el peligro que pudiera desencadenar una bomba de tiempo racista? Ese mandatario sostenido por sectores ultraderechistas y con evidente desgaste, no ganará más amigos discriminando a esos estudiantes, todo lo contrario.

¿En qué momento sucede? Cuando se torna, cada vez más intrincada la realidad política, económica y social de muchos estadounidenses. Y precisamente cuando ocurren acontecimientos como lo sucedido en México, donde el saldo de sus recientes elecciones arrojó un significativo retroceso para lo peor de la sociedad de esa importante nación fronteriza.

¿Será una señal de posibles cambios en la correlación de fuerzas que actúan en el área?