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La Habana, Cuba.– Como parte de los esfuerzos por reactivar la llamada Industria del ocio, el país está haciendo una fuerte apuesta por el mercado turístico chino, que se expresa en la reciente exención de visados para los vacacionistas que lleguen desde esa lejana nación.

A esa medida hay que sumar el inicio desde el viernes de una ruta aérea directa entre Beijing y La Habana, con escala en Madrid. El número de vacacionistas chinos tuvo una tendencia creciente entre 2012-2018 con un importante aumento del 23 %.

Así, en 2019 llegaron desde el Gigante asiático unos 45 mil turistas, una cifra que no es despreciable.

Ahora, tras el parón de la pandemia, se espera un reimpulso considerable, aunque no todo es coser y cantar, porque los chinos no son muy amantes del turismo de Sol y playa.

Un turismo diferente

Las dos terceras partes de las instalaciones turísticas cubanas están dedicadas al turismo de Sol y playa, por lo que para atraer al mercado chino hay que diseñar ofertas diferentes.

Por eso, se necesita segmentar o diseñar temáticamente los hoteles de acuerdo con los hábitos y necesidades de esos vacacionistas o aprovechar el multidestino.

La Habana. Santiago de Cuba y Cienfuegos pueden ofrecer experiencias de turismo cultural o patrimonial a partir del atractivo que constituye la singular historia que guardan esas ciudades.

Un punto a nuestro favor es que Cuba, junto con México y Panamá, son los países latinoamericanos más conocidos por los chinos, quienes saben que nuestro país fue el primero del hemisferio occidental en establecer relaciones con la nueva China.

Y esa es otra ventaja, ahora que el turismo quiere hablar mandarín.

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