La Habana, Cuba. – Hay que mirarse por dentro, continuando la tradición de la crítica y para eso tenemos también que desarrollar la más amplia participación popular en todos nuestros procesos y en la toma de decisiones, dijo el presidente Miguel Díaz-Canel ante los comunistas habaneros.

Y esa reciente afirmación del Primer Secretario señaló el desafío que tiene el Partido en el complicado contexto nacional, con un bloqueo recrudecido, el impacto de la pandemia y la subsecuente crisis internacional.

Precisamente, los cambios que se han producido en la sociedad, el necesario reforzamiento de la formación de valores y el enfrentamiento a la solapada subversión, son algunos de los asuntos que urge encarar desde la militancia.

Pero habrá que hacerlo siempre con un enfoque científico y con un análisis desprejuiciado, en profundidad y sin temores.

Desde la herencia martiana

La tradición independentista desarrollada por Martí en el Partido Revolucionario Cubano y retomada por Fidel, pervive hoy entre los comunistas cubanos.

Ahí está el profundo saber colectivo fruto de una larga experiencia de lucha y pensamiento, en la que confluye lo más avanzado del pensamiento político, científico e intelectual de la nación.

Desde esa base se parte en el perfeccionamiento del trabajo partidista, que en definitiva es el mejoramiento de una sociedad que atraviesa momentos muy difíciles.

Sin renunciar a la ansiada y necesaria prosperidad, hay que continuar defendiendo la independencia nacional y la justicia social.

La tarea es continuar haciendo realidad el esfuerzo por alcanzar toda la justicia posible con todos y para el bien de todos y ese es el ahora del Partido de Martí y Fidel.