La Habana, Cuba.- Casi 13 millones de ecuatorianos acuden este domingo a las urnas para decidir entre la continuidad de la Revolución Ciudadana o el regreso del tsunami neoliberal.

Más allá de la sustitución del presidente Rafael Correa, lo que está en juego es el futuro del país a partir del enfrentamiento entre dos visiones sociopolíticas del mundo, representadas por Lenín Moreno, continuador de la obra de Correa, y Guillermo Lasso, un banquero que quiere dar marcha atrás a la historia.

Aunque el candidato oficialista quedó a unas décimas de ganar en primera vuelta y sacó más de un millón de votos de ventaja, ahora la derecha apuesta por unir fuerzas y de seguro, si pierde, impugnar la legitimidad de los resultados. Lasso no se esconde para decir que quiere acabar con 10 años de programas sociales nacidos con la Revolución Ciudadana.

Elecciones trascendentales

Desde hacer una nueva Constitución hasta llevar a cabo unas reformas de fondo que todo el mundo sabe qué significan, el candidato derechista Guillermo Lasso se propone cambiar el panorama político social de Ecuador.

Claro, que esa propuesta, viniendo de un banquero, es como mínimo dudosa, además de que viene sazonada con ataques personales contra los candidatos del oficialista partido Alianza País.

Lo cierto es que la derecha ecuatoriana está haciendo lo imposible por ganar las elecciones de este domingo y ha difundido la idea de que allí pasará como en Argentina, donde Mauricio Macri triunfó en segunda vuelta de manera inesperada.

El panorama es complejo y predecir no es asunto fácil, aunque esperamos que Lasso no pueda hacer caer a Ecuador en el peligroso lazo que tiende la derecha.