La Habana, Cuba. – Más allá del reguero de víctimas mortales que ha dejado en las cuatro esquinas del planeta, el nuevo coronavirus ha dañado seriamente a la economía mundial.
Cinco meses después de que se desatara la pandemia nada menos que en un gigante económico como China, el futuro parece incierto incluso para países desarrollados y de una alta producción industrial.
Los principales mercados bursátiles se hunden, el petróleo y el oro están a precios muy bajos y se cae también tanto la oferta como la demanda de bienes y servicios.
En Europa, Francia está estimando en un 3 por ciento la disminución del Producto Interno Bruto, mientras que Reino Unido, España y Alemania consideran que el desplome será del 6, en tanto en Italia esperan que supere el 8. Economías hasta ayer sólidas se van a pique ante el azote del nuevo coronavirus.
Dura caída regional
La Comisión Económica para América Latina revisó a la baja sus proyecciones para la región al estimar una contracción del 4 por ciento como consecuencia de la actual pandemia.
Tras analizar el impacto del nuevo coronavirus, la propia secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, ha sido clara al afirmar que Latinoamérica no puede contar con Estados Unidos, a diferencia de China que se ha mostrado más abierta y cooperativa en plena crisis.
Como quiera que sea, el mundo que quedará tras el paso de esta tragedia sanitaria tardará mucho en recobrarse, pues algunos, como la compañía de asesoramiento financiero Feelcapital, estiman que demorará al menos 7 años volver a los niveles actuales.
La pandemia no solo se cobra vidas, sino que ha puesto a la economía mundial en terapia intensiva.