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Cuba tiene sus fortaleza en los colectivos de obreros

La Habana, Cuba. – El Congreso de la CTC, que concluye mañana, tiene lugar en medio de los insistentes llamados de la máxima dirección del país sobre la necesaria prioridad de la batalla económica.

Y precisamente son los obreros los protagonistas de ese singular combate que se libra con las armas del esfuerzo y la inteligencia. Por eso, el Congreso es un reto. Es un desafío en tiempos de cambio para darle más liderazgo al movimiento sindical, en especial en la elevación de la productividad y en el control de los recursos.

También, no podía ser de otra manera, es una ocasión para discutir sobre el salario, que sigue siendo la mayor preocupación de todos, dada la poca capacidad de compra. Y para los sindicatos ese tema es trascendental, porque es una obligación representar los derechos de los obreros y eso incluye el salario.

Control obrero

Para el movimiento sindical debe resultar un objetivo prioritario potenciar el proceso de emulación y estimulación material como elementos para incentivar la productividad.

No menos importante es implicar a los trabajadores en el enfrentamiento a la corrupción y el robo, dos males que afectan a toda la sociedad, porque cuando desvían recursos estatales, nos están asaltando a todos.

La nueva Constitución otorga mayor autonomía a los gobiernos locales y en ese camino también está la responsabilidad de los colectivos obreros de base. Y ahora más que nunca, cuando desde el Norte nos aprietan más duro, también habrá que identificar las posibilidades para elevar el ahorro, la eficiencia y las exportaciones, porque en cada taller, fábrica o empresa es donde la economía nacional gana el juego.