Compartir

La Habana, Cuba. – Cuando se escuchan pronunciamientos tan lamentables como los del expresidente del gobierno de España, José María Aznar, y otras figuras de ese país sobre la historia de América Latina, está claro que el colonialismo sigue vivo en algunas mentes retorcidas de este mundo.

Resulta que el derechista Aznar y quienes comparten sus teorías, la tomaron con el Papa Francisco y el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, porque ambos coincidieron en la tesis de que España debe aún una reparación moral y ética a nuestros pueblos autóctonos por la fiereza de la conquista y colonización luego de la llegada de los europeos a estos patios.

Como si reconocer verdades como templos y admitir los excesos terribles de cinco siglos atrás fuese un demérito y una humillación para tan supuesto ilustre poder.

Netas realidades

Lo que deben entender algunos altaneros es que la empresa de Cristóbal Colón fue meramente comercial y no sociológica ni etnográfica.

Se venía en busca de especias, oro, perlas, sedas y poder personal e imperial, y esa meta había que lograrla a como diese lugar. Luego la devastación de la civilización indígena autóctona respondió a tales cánones, y resultó netamente brutal más allá de los pretextos que se adujesen entonces.

No obstante, estas tierras nuevas terminaron en ser un crisol de culturas y razas, y por encima de todo, dieron origen a una mezcla que no reniega de sus antecesores, porque suma lo mejor y no lo peor de ellos. Por demás, nunca es tarde para hacer justicia, y ciertamente no cabe volver agitar a estas alturas cánones despreciativos ni supremacistas.