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La Habana, Cuba. – El presidente chino Xi Jinping acaba de anunciar un suceso sin precedentes en la historia de la Humanidad: China sacó de la pobreza extrema a 770 millones de personas, la mayoría de zonas rurales.

De esa forma, el Gigante asiático, nunca mejor dicho, cumplió una década antes la meta establecida por Naciones Unidas en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Lo logrado es un ejemplo para el resto del mundo que necesita no solo de los recursos, sino de la voluntad política de los dirigentes. Y ese resultado, lo explicó el propio Xi Jinping, es fruto de las ventajas del sistema político socialista, que tiene al hombre en el centro y además permite unir fuerzas para asumir grandes tareas de todo tipo.

El Partido Comunista de China ha sido impulsor y protagonista de esa inédita proeza histórica. 

Frutos del socialismo

Solo la voluntad del Partido Comunista permitió sacar de la pobreza extrema a 770 millones de chinos en cuatro décadas, período en que ha durado el llamado Proceso de reforma y apertura.

Ese mismo Partido, fundado en 1921, es el que poco a poco ha levantado de las ruinas al país, después de un siglo de saqueo colonial, de guerras internas y de agresión japonesa. Y ahora alcanzó una meta difícil en medio de una pandemia casi desbocada y batallando con la crisis económica asociada.

Pero a pesar de esos escollos y como si fuera poco, China cerró el año anterior como la única gran potencia que logró crecer y para este 2021 se propone incrementar en un seis por ciento el Producto Interno Bruto. Son señales que desde Beijing confirman las posibilidades del Socialismo.