El avance de las tecnologías de la información y la comunicación ha ido introduciendo paulatinamente transformaciones significativas en el sistema mediático tradicional.
La penetración de los smartphones y el uso masivo de estos y otros tipos de teléfonos móviles, destinados por buena parte de la ciudadanía mundial para el consumo informativo, ha obligado a los medios de comunicación, casi que como un principio de supervivencia, a actualizarse y adaptarse a la nueva realidad social.
Ubicuidad, inmediatez e interactividad resultan hoy los rasgos predominantes de la producción, la difusión y el consumo de contenidos mediáticos.
Las noticias móviles, como se les llama, están ganando relevancia para los medios tradicionales, y los profesionales de la información han tenido que afrontar el ajuste de sus rutinas productivas al nuevo escenario, cada vez más desafiante para comunicar.
Lo virtual y los nuevos hábitos de consumo
Hace poco más de 20 años el consumo de información a través de los medios tradicionales apenas se parecía al actual.
Y es que por entonces la línea de consumo diaria de una persona podría identificarse leyendo el periódico a primera hora, viendo el televisor en alguna emisión informativa del mediodía o de la noche, y escuchando algún boletín radiofónico a lo largo del día.
Tras la llegada de Internet, los medios masivos no tardaron en tener su versión digital en la red de redes. En este contexto, el consumo se liberaba de restricciones temporales, pero quedaba la limitación espacial.
Ya hoy, con un smartphone en mano, el consumo puede ser desde dondequiera. El móvil representa en la actualidad un paradigma, a partir del cual una tecnología se concibe como una extensión del cuerpo humano, o sea, de nosotros mismos.