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La Habana, Cuba.- La venta de armas estadounidenses a la parte europea de la OTAN para que esta las suministre a Ucrania, devolvió al Viejo Continente un papel en el conflicto con Rusia, pero no la exime de apuros.

La aseveración formulada por Vladimir Zelenski de que su país necesitará el próximo año 65 mil millones de dólares para mantenerse en guerra con Moscú, es un pedido que va a parar también a las arcas de Europa.

Según Zelenski, 40 mil millones cubrirán el déficit económico de Kiev, y 25 mil millones se destinarán a producir armamentos, principalmente para lo que ha dado en llamarse guerra electrónica.

Pero, además, el mandatario ucraniano quiere dinero para pagar a sus soldados. Ello ocurre después que Europa, presionada por Trump, se vio obligada al compromiso de dar el cinco por ciento del presupuesto nacional de cada país a su defensa. Nadie sabe de dónde sacarán tanto dinero.

Guerra de terceros

Ni los habituales giros de Donald Trump a favor de Rusia y luego presionando a Moscú, ni el frente occidental de apoyo a Ucrania liderado por Alemania, Francia y Gran Bretaña, cambiaron la situación en el frente bélico.

El tercer encuentro Moscú-Kiev, hace unos días, propició nuevos intercambios de prisioneros, pero no dejó acuerdos que acercaran la posibilidad de una negociación seria.

El Kremlin sigue pidiendo tratativas que aborden las causas del conflicto, algo que continúa evitando Kiev. El respaldo occidental le ha dado otro aire para mantenerse sobre las armas y dilatar una negociación, pero no es suficiente para doblegar a Rusia: Ucrania, sola, tampoco podrá seguir en guerra.

Mientras, Trump trata de salvar la honrilla de sus promesas de paz sugiriendo que promoverá un encuentro entre él, Zelenski y Putin. Ello no ocurrirá sin una hoja de ruta que conduzca a una paz duradera y real.