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Oigo a la presentadora de un espacio de televisión cuando asegura que ella está “en disposición A ayudar”, lo cual es un disparate, pues si bien es correcto decir que estamos dispuestos A ayudar, A trabajar, A estudiar, A ir y venir…, tenemos que decir que estamos en disposición DE ayudar, DE trabajar, DE estudiar, DE ir y venir… Creo que la traducción mecanizada que realizan las computadoras, más la que ejecutan aquellos traductores a los que cabe llamar tradittóre, ha abierto la talanquera a la preposición A, que anda por ahí desperdigada en boca de muchos, suelta y sin vacunar.

Presten oído por ejemplo a esos comentaristas que hablan de “los amantes AL deporte”, en lugar de referirse a los amantes DEL deporte, que es lo indicado por las normas y por el bien decir.

La A en la cuerda floja

Se puede ser aficionado A la pelota, A la música, A la lectura, A pasear; pero se es amante DE la pelota, amante DE la música, amante DE la lectura, amante DE pasear; del mismo modo que se es amante DE María o de Pedro, pero NO A María o A Pedro.

En un espacio radial se oye decir que “el acusado deberá comparecer A la corte”, aunque el verbo comparecer significa: presentarse ante una autoridad o ante otra persona, ante un órgano público o ante un juez o tribunal.

Y es esa justamente la preposición recomendada para decir que el acusado “deberá comparecer ANTE la corte”.

Tampoco acertaba el que hablaba de quien apuesta A una visión del mundo, porque se apuesta A un caballo, A un equipo, A un competidor; pero es más conveniente apostar POR una visión del mundo.