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La Habana, Cuba. – El 18 de noviembre pasado se inició la conocida Noche Polar en Alaska, donde no se verá la luz del Sol durante 67 días, es decir, hasta el 23 de enero del 2024, después de mil 608 horas de oscuridad.

Ello se debe a la inclinación de la Tierra, lo cual impide que el astro rey no se eleve lo suficiente para dar luz en el Círculo Ártico, generándose el fenómeno.

Los habitantes de la ciudad de Barrow, donde viven 4 mil 900 personas, en el extremo norte de Alaska, permanecerán esos dos meses completamente a oscura. Aunque el frío se intensifica y la temperatura media alcanza unos menos 20 grados Celsius, ellos continúan con su rutina diaria, pero acumulan más tiempo dentro de casa dado el inclemente invierno.

Esa comunidad está acostumbrada a la Noche Polar, pues es un drástico hecho que se repite todos los años en Alaska.

También en Múrmansk

Alaska, y específicamente su ciudad de Barrow en el extremo norte, no es el único sitio poblado donde la Noche Polar se extiende durante más de un mes.

Otro lugar que sufre de este fenómeno por el cual no se ve la luz del Sol y se permanece en completa oscuridad, es la ciudad rusa, y la más grande del Círculo Polar Ártico: Múrmansk.

Allí sus casi 300 mil habitantes viven la experiencia desde el 2 de diciembre hasta el 11 de enero, o sea, aproximadamente 40 días sin la iluminación solar.

De hecho, a diferencia de otros cuerpos de agua que se encuentran en la misma latitud, el puerto de Múrmansk, uno de los epicentros europeos de exportación de carbón, se mantiene activo durante la Noche Polar gracias a la corriente marina cálida del Atlántico Norte, que impide la congelación de sus aguas.

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