Considerados durante mucho tiempo bosques inservibles, los manglares son hoy apreciados en su justo valor y protegidos de la sobreexplotación intensiva, pues constituyen una barrera natural contra los huracanes.
Para Cuba, una isla rodeada de mar, estas formaciones boscosas tienen un alto significado, en el empeño por hacer frente al cambio climático y detener el retroceso de la línea costera.
En el 2014, el Gobierno de Cuba y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo firmaron el acuerdo de cooperación, que sustenta el proyecto Manglar Vivo, la iniciativa está encaminada a restaurar áreas de manglares y de bosques de ciénaga.
A la par, la Tarea Vida, aprobada el 25 de abril de 2017, conforma el plan estatal para la adaptación al cambio climático y sus acciones estratégicas y encomiendas constituyen una prioridad para la política ambientalista del país.
Excelente artículo, me parece óptimo y preciso, bien balanciado con los elementos fundamentales de este ecosistema y su importancia actual, que es de toda la vida, pero reconocida hoy más que nunca por la población y el estado. Espero otros como este, saludos, GAC