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La Habana, Cuba. Luego de realizar un amplio periplo por Estados Unidos, Canadá, Argentina, Uruguay y Brasil, que inició el 15 de abril de 1959, el Comandante en Jefe Fidel Castro llegó a Cuba el 8 de mayo de ese año, al frente de la delegación que le acompañó en aquella ocasión.

Durante toda la mañana de esa jornada y el mediodía, los pobladores de diferentes sitios estuvieron afluyendo hacia la carretera de Boyeros, por la que pasaría el líder de la Revolución, en su recorrido hacia la ciudad, con el objetivo de darle una calurosa bienvenida.

Entre los asistentes al multitudinario recibimiento a Fidel, también estaban los comandantes Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos, junto a oficiales y soldados que pertenecieron a sus columnas, durante la guerra de Liberación.

El pueblo se volcó en ovaciones a Fidel y la Revolución

Hace 57 años, la prensa recogió en amplios artículos, ilustrados con muchas fotos y grandes titulares, el regreso del Primer Ministro Fidel Castro a Cuba, luego de un periplo por varios países de América. El 8 de mayo de 1959, en la reseña de un diario se podía leer que ese era “el acto de recibimiento más grande tributado a gobernante alguno”.

Otro decía: “durante el recorrido hacia la ciudad, una masa compacta colmaba las calles, como la entrada triunfal aquel ocho de enero”. También se publicó una foto de la Plaza Cívica José Martí, en la que se veían grandes telas con mensajes y un texto que expresaba: “Cada vez que la muchedumbre creía próxima la presencia de Fidel, irrumpía en ovaciones y vivas a la Revolución y a su máximo líder”.

Cuba, un modelo para América Latina

El 8 de mayo de 1959, Fidel invirtió casi tres horas en hacer el recorrido desde el aeropuerto de Rancho Boyeros hasta la Plaza Cívica, en la capital, pues el pueblo lo esperó a lo largo del camino para saludarle y vitorearlo.

Esa fue la primera vez que el Comandante en Jefe habló desde la histórica explanada, donde se le rinde homenaje a José Martí, con un gran monumento a su memoria. En esa ocasión destacó: Al volver a nuestra Patria, al presenciar esta extraordinaria concentración, no puedo menos que pensar que nuestro pueblo considera que hemos cumplido con nuestro deber.

Luego añadió: Morir es fácil, pero lo difícil es cumplir con el deber de servir a la Revolución. Cuba es modelo y esperanza para la América Latina.