Compartir

San Felipe y Santiago del Bejucal, o simplemente Bejucal, es un pueblo y municipio de la actual provincia de Mayabeque.

Se encuentra al noroeste de esa provincia, con los límites siguientes: al Norte, con los municipios Boyeros y Arroyo Naranjo, de La Habana.

Al Sur, con los municipios de Quivicán, San José de las Lajas. Al Este y al oeste, con el municipio San Antonio de los Baños. Hasta 2010 perteneció a la provincia de La Habana en Cuba.

La villa fue fundada por el capitán Juan Núñez de Castilla, oriundo de Granada, España, quien solicitó al Rey en carta del 5 de julio de 1710 la fundación de la ciudad señorial.

Para este fin Núñez de Castilla había comprado en 1710 a Francisca de la Puerta el corral de San Juan del Bejucal y de inmediato inició la parcelación conforme al plano que para la ciudad trazara el alférez e ingeniero Pedro Menéndez Márquez.

Así, San Felipe y Santiago del Bejucal se fundó el 29 de abril de 1713 pero se ha determinado que el día de su celebración sea el 9 de mayo de 1714, porque ese día por primera vez se reunió su Cabildo y se celebraron las primeras elecciones de Alcaldes Ordinarios de Santa Hermandad y demás oficiales estando de antemano nombrados los seis regidores por el Señor Marqués de Santiago y San Felipe de Bejucal, como fundador y principal poblador, constituyendo una de las primeras en los alrededores de La Habana.

En el corazón de la Villa se encuentra la legendaria Iglesia Parroquial, el edificio más antiguo existente en la Ciudad. El templo data del año 1722 y en el resalta el estilo Barroco, caracterizado por grandes arcadas en sus seis columnas interiores.

En 1981 fue fundado el museo municipal de Bejucal, el edificio fue restaurado parcialmente. Esa edificación fue sede del Cabildo, cárcel y cuartel de tránsito de las tropas españolas.

En sus orígenes fue de dos plantas en 1846 como consecuencia del ciclón ocurrido dos años antes se decide remodelarlo y queda de una sola planta, durante la República Mediatizada fue sede de todas las Alcaldías, en los años 60 albergó la administración local.

Desde la fundación de la ciudad, Bejucal tuvo su propio escudo. No fue hasta 1932 que se estableció el uso de un nuevo escudo, teniendo en cuenta el diseño del escudo original y agregándole elementos del escudo nacional.

Esta propuesta fue presentada por el historiador de Bejucal, Miguel Llompart. El actual presenta color rojo del campo (sustituyó al color azul de sus orígenes) que significa, según las reglas heráldicas, magnanimidad, celo, justicia y hermosura y también el esmalte que corresponde a los que están obligados al fomento de la agricultura sin dedicarse personalmente a ella.

La corona de marqués, pieza de las más honorables, corresponde a la dignidad del fundador y señor de esta ciudad. Explica claramente el poder y la autoridad en que estaba revestido.

Los leones representan el arrojo y valentía con que ha sido acometido el enemigo, arrastrando todo el peligro por defender la patria.

La corona mural de oro es el que corresponde a Bejucal por sus gloriosos hechos de armas. La orla de encima y laurel formada por una parte de la corona cívica y otra con la corona triunfal de los romanos, que también ornamenta el escudo nacional, se pone como símbolo del estado actual republicano.

El color rojo del listón representa guerra, atrevimiento, ardid, fortaleza y vencimiento con sangre y sobre el mismo, de plata se divisa “Todo por Bejucal” como una invitación de sacrificio e interés por el bien de la colectividad municipal.