La Habana, Cuba.- Durante su larga marcha por las sendas de la justicia y la Revolución, el Comandante en Jefe, Fidel Castro, dedicó gran parte de su labor a la creación de una conciencia revolucionaria e internacionalista en el pueblo cubano.

Desde el triunfo rebelde, quedó claro que Cuba NO escatimaría esfuerzos en la ayuda a aquellos que la necesitaran, sin importar en qué latitud geográfica se encontraran. Por eso, en mayo de 1963la primera brigada médica cubana partió hacia Argelia, donde se comenzó a escribir una historia de altruismo que se sostiene en el tiempo.

El pensamiento internacionalista de nuestro Líder Histórico ha sido referente para el mundo al brindar un ejemplo de solidaridad incluso con países del mundo desarrollado, sin recibir nada a cambio, actitud con la cual la Mayor de las Antillas se ha mantenido consecuente, como reflejo de su tradición humanista.

Damos lo que tenemos no lo que nos sobra

El internacionalismo del Comandante en Jefe se hizo extensivo a todos los cubanos, ya no era una simple idea sino parte del sentir de la nación.

Miles de cubanos cumplieron y cumplen misión internacionalista en disimiles países protagonizando hazañas desinteresadas en lugares donde nunca antes había llegado un médico o un trabajador social.

Las grandes ideas de Fidel como la creación de la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas es ejemplo de su vocación internacionalista, miles de jóvenes se han graduado en ella contribuyendo a mejorar los sistemas de salud en sus respectivos países.

Todo lo que sembró el Líder Histórico de la Revolución durante su fructífera vida se ha revertido en oleadas de solidaridad con Cuba, tal y como se demuestra todos los años en Naciones Unidas durante la votación de la resolución de condena al bloqueo norteamericano a la Isla.