(Por Argelio Santiesteban) Es un lugar común la afirmación, automáticamente aceptada, de que los cubanos tuvimos el primer centro de altos estudios con la inauguración de la Real y Pontificia Universidad de San Jerónimo, con sede en San Cristóbal de La Habana.

Pero ahora mismo estoy hojeando un ensayo –a todas luces apasionante y esclarecedor— donde se ponen los puntos sobre las íes, y las cosas en su apropiado lugar.

Bajo la firma del investigador Ricardo Repilado, tal estudio nos deja convencidos de lo que siempre debió ser evidente: que nuestro primer plantel de altos estudios se fundó, seis años antes que la universidad habanera, en la muy caribeña Santiago de Cuba. Nos referimos al Seminario de San Basilio el Magno.

Historia accidentada

Surge en Santiago el Seminario de San Basilio el Magno, cuando transcurría 1722. Como asegura Ricardo Repilado, el plantel tuvo que luchar “contra toda suerte de inconvenientes y manquedades”.

De entrada, según  ha demostrado cumplidamente la investigadora Olga Portuondo, el poder colonial fue rabiosamente enemigo en cuanto a la instauración de estudios superiores en Cuba. Cualquier pretexto era bueno para cerrar el Seminario, como cuando lo utilizaron en calidad de hospital durante la contienda contra los ingleses que se recuerda como la Guerra de la Oreja de Yénkins.

Después, aquel clero liberal sufrió persecución por su postura en defensa de la Constitución. Y tuvo en el feroz gobernador Miguel de Tacón a uno de sus más enconados enemigos.

Una pléyade de alumnos ilustres

El santiaguero Seminario de San Basilio constituyó un vivero propicio para un sinnúmero de figuras llamadas a ser relevantes en muy diversos campos de la vida cubana.

¿Hace falta insistir en que el bayamés José Antonio Saco se fue a estudiar al seminario santiaguero? En sus aulas aprendieron patriotismo muchos futuros mambises, como Donato Mármol, uno de los fundadores del movimiento independista. Por aquellos claustros se vio a Diego Vicente Tejera, poeta revolucionario que fundó el Partido Socialista Cubano.

Y a Manuel Justo Rubalcaba, pionero de la poesía cubana. Y a Francisco Javier Cisneros, artífice de las expediciones mambisas, quien además, en su condición de ingeniero, fue el fundador de los ferrocarriles colombianos