280px-CombatealegriadepioGranma, Cuba.-  Los vecinos del poblado de Alegría de Pío evocan este lunes el bautismo de fuego del naciente Ejército Rebelde al mando de Fidel, en ese lugar del costero municipio de Niquero, perteneciente a la oriental provincia de Granma.

La conmemoración rinde homenaje al invicto Comandante en Jefe, cuyas cenizas descansan en su permanente morada en el cementerio Santa Ifigenia, en la Cuna de la Revolución, la Ciudad Héroe de Santiago de Cuba.

El pueblo, que acompañó a Fidel hasta su lugar de descanso definitivo, reafirma que no dejará morir nunca el legado del asaltante al cuartel Moncada y líder de la Revolución, pues seguiremos siendo fieles continuadores de los ideales del guerrillero invicto.

Yo Soy Fidel, Todos somos Fidel, encierra la unidad del aguerrido pueblo cubano que continuará defendiendo las banderas del socialismo superando cualquier obstáculo o amenaza.

Aquí no se rinde nadie

La expedición del yate Granma desembarcó en una punta de mangle a dos kilómetros de playa Las Coloradas. El terreno cenagoso hizo que la marcha fuese muy difícil.

En la mañana del día 5 de diciembre de 1956, los 82 expedicionarios acamparon a la orilla de un cañaveral, en Alegría de Pío, preparándose para descansar del extenuante recorrido y esperar la noche.

Poco después del mediodía se escucharon los primeros disparos, generalizándose de inmediato un cerrado tiroteo. Los jóvenes combatientes habían sido sorprendidos por el ejército batistiano.

Alto y claro se oyó la voz del entonces capitán Juan Almeida Bosque: Aquí no se rinde nadie. Y nadie se rindió.

Días después del bautismo de fuego, los expedicionarios que sobrevivieron al combate y a la cruel represalia, se juntarían bajo el mando de Fidel, convirtiéndose en el naciente Ejército Rebelde.

 

 

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