Oyentes y colegas sugieren que insistamos en un problema al que ya nos referimos más de una vez: el uso de infinitivos como muletillas al iniciar un discurso.

Como recordarán, el infinitivo es una de las tres formas impersonales que se originan en un verbo; las otras dos son el participio y el gerundio. El infinitivo tiene tres terminaciones según la conjugación: ar, er, ir.

Y el uso inadecuado al que aludimos es aquel en que el infinitivo comienza la oración obviando al sujeto, y el orador arranca de este modo: “Informarles que el plan se cumple, Expresarles nuestra satisfacción… Trasmitirles la felicitación del buró…”

En estos casos ha de decirse: “Quiero expresar, Debo informarles, Tengo la tarea de comunicar…

Que le den candela

Entre las estrofas de los Versos Sencillos de José Martí, inolvidable es aquella en que el poeta reitera su desdén por la opulencia y expresa su preferencia por las cosas  sencillas: “Denle al vano el oro tierno que arde y brilla en el crisol, a mí denme el bosque eterno cuando rompe en él el sol”…

¿Escuchó usted bien?…

Denle y Denme son las formas correctas cuando el pronombre está enclítico, o sea, cuando se escribe detrás del verbo y unido a él: den-le y den-me.

Cuando el pronombre está Proclítico (es decir: delante del verbo) se escribe separado del verbo, como en el conocido estribillo que incita a la violencia criminal del pirómano: “Que le den, que le den, que le den candela”.