Los 8 estudiantes de Medicina fueron fusilados el 27 de noviembre de 1871

El 27 de noviembre, la historia patria recuerda a 8 de sus hijos.

Transcurría la tarde del 24 de noviembre de 1871 cuando el profesor Pablo Valencia anunció su tardanza, y los estudiantes del primer curso de medicina decidieron asistir a las prácticas de disección.

Al terminar, algunos entraron al cementerio y recorrieron sus patios. Otros tomaron una pequeña carretilla y pasearon por la plaza. El último, sólo cogió una flor.

Las aventuras juveniles molestaron al vigilante del cementerio, Vicente Cobas, quien los acusó falsamente ante el Gobernador de haber profanado la tumba del ídolo de los voluntarios y del integrismo, Gonzalo Castañón.

Jóvenes inocentes

De nada valieron las protestas de los estudiantes del primer curso de Medicina, cuando llegaron a clase el Gobernador y el Capitán del Cuerpo de Voluntarios.

¡Qué rápido se dispuso la aprehensión de los jóvenes! Así comenzaron los supuestos trámites de justicia por parte del Consejo de Guerra Español, presionado por los voluntarios que exigían la pena máxima.

Los 8 jóvenes, seleccionados al azar, fueron fusilados el 27 de noviembre de 1871. La indignación del pueblo cubano fue inmensa.

En 1887, el antiguo estudiante de Medicina y amigo de aquellos 8 jóvenes, Doctor Fermín Valdés Domínguez, dio a la publicidad las pruebas reunidas durante tres lustros. Y escribió, ante la tumba de los compañeros asesinados, el epitafio:»¡Inocentes!»

Eterno homenaje

«Cuando se muere en brazos de la Patria agradecida, la muerte acaba, la prisión se rompe! Empieza, al fin, con el morir, la vida!»

¿Quién no recuerda el poema del Apóstol escrito a un año del horrendo crimen del fusilamiento de los 8 estudiantes de Medicina? Han pasado muchos años y las palabras martianas continúan vigentes. Y no sólo en el recuerdo, también en las acciones.

Cada 27 de noviembre los jóvenes universitarios rinden tributo a sus colegas asesinados por el colonialismo español, hace 148 años.

La marcha desde la Universidad de La Habana hasta La Punta, materializa el homenaje de los estudiantes universitarios del siglo XXI a aquellos jóvenes que quedaron inmortalizados en la historia.