Foto/TV Yumurí

Cuna de  tradiciones, la Ermita de Monserrate en la ciudad de Matanzas, con más de un siglo de existencia preserva la huella catalana y ofrece la imagen de un centro cultural multifacético con potencialidades sin aprovechar.

El otrora santuario, a lo largo del tiempo fue punto de peregrinación y enclave para las romerías catalanas en esa urbe, principalmente la Fiesta de La Colla, que reverenciaba a la virgen patrona de Barcelona, en Cuba.

La Ermita se inauguró como templo religioso en 1875, y una década después fueron traídas de la península ibérica las esculturas interiores del altar que representan a las provincias catalanas.

Desde ese sitio, que resguarda historia y tradiciones, resurgió una institución cultural con el explícito propósito de ofrecer recreación sana y culta, donde predomine lo más auténtico de la matanceridad.