El candidato a la Presidencia de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, lidera las intenciones de voto con un plan económico neoliberal avalado por los mercados, pero que podría dañar el bolsillo de los ciudadanos.

El modelo de Bolsonaro quiere achicar el Estado al reducir la inversión social, especialmente en educación, salud y jubilaciones, y además pretende una masiva privatización de empresas estatales.

La centralización de recursos y poder acaba corrompiendo la política y estancando la economía, expresó Paulo Guedes, principal asesor y economista ultraliberal como parte de su crítica al Estado disfuncional, que en su opinión encarna aquel liderado por el Partido de los Trabajadores.

Extinguir y privatizar gran parte de las empresas estatales, entre las que sobresale la petrolera Petrobrás, es uno de los principales objetivos de  Jair Bolsonaro, cuyo principal asesor aboga por aumentar los impuestos.