Es un fenómeno muy conocido pero no deja de sorprender, la masividad que provoca la euforia deportiva regresó este miércoles a Santa Clara, ejemplo del paisaje social existente en la provincia.

En la última semana la alegría desbordó a Las Tunas que ha disfrutado como nunca de una serie beisbolera, y ahora la final brindó su mínima, pero magna cuota de disfrute a los aficionados de los Azucareros con ímpetu de Leopardos.

La premura no alcanza para pintar de anaranjado más fachadas, los recursos no abundan como para brotar adornos alegóricos por doquier, pero la mayoría de los santaclareños visten hoy con alguna prenda de su color deportivo.

Y aquellos pocos que no, llevan al menos una disimulada pizca de orgullo; el equipo de Villa Clara logró anoche su primer éxito en la final, todos ven grande el reto ante los favoritos tuneros, pero hoy aquí es jornada para el optimismo.