La Agencia Nacional de Minería de Brasil recomendó cerrar hasta el año 2021 las actividades de las represas denominadas a aguas arriba, por su daño potencial como el de la reciente catástrofe en ese país.

La entidad se refiere a las represas a montante, construidas para almacenar por encima del nivel del cauce natural, una forma de construcción más barata y también más peligrosa, prohibida en algunos países, pero que algunas empresas siguen usando en la nación sudamericana.

El 25 de enero los diques de un depósito mineral colapsaron en el estado de Minas Gerais, donde un golpe de agua, lodo y residuos arrasó con todo lo que encontró a su paso; y desde entonces se ha generado un gran debate.

Hasta el momento por la tragedia se contabilizan 166 muertes y 155 desaparecidos, mientras se mantienen las operaciones de búsqueda de víctimas.