Monumento dedicado a los caídos en Playa Girón

Por: José Miguel Solis **

Matanzas, Cuba. – Las pesquisas iniciadas tras el hallazgo de restos óseos durante el mes de agosto en las inmediaciones del hotel Playa Girón, y que documentalmente señalan al miliciano Ramón Jáuregui Díaz, del batallón 339 de Cienfuegos; acaban de constatar la aparición de dos nombres de combatientes fallecidos durante la contienda bélica y no contemplados hasta la fecha en la relatoría oficial de 156 caídos.

Humberto Rodríguez, historiador del municipio de Jagüey Grande, comentó que tras el descubrimiento de la osamenta y en presunción de la documentación encontrada en el sitio, cotejó los libros de asentamiento de la funeraria de la localidad con los de enterramientos y descubrió que no consta en los registros de inhumación.

El hilo de la investigación condujo hasta Cienfuegos, donde Mirna Jáuregui; sobrina de Ramón, confirmó que aunque en los momentos de la invasión apenas contaba seis meses de edad, recuerda que la familia terminó aceptando la desaparición. “Es algo que lamentablemente comprobaron sus otros tres hermanos quienes después de lo de Girón recorrieron la zona e indagaron. Ellos eran cuatro y todos participaron en los combates, aunque en diferentes destacamentos”.

Sin embargo, una búsqueda bibliográfica trae nuevamente a la luz el testimonio emitido a la revista Moncada en 1981 por el miliciano Israel Vásquez, en aquel entonces integrante del Batallón 339 de Cienfuegos.

Vásquez, narra que Ramón Jáuregui fallece en la mañana del 17 de abril en combate contra superiores fuerzas enemigas en la localidad de Caletón -entre Playa Larga y Playa Girón-, al tiempo que él es herido en ambos brazos y una mano. Recuerda el combatiente del batallón 339 que el cadáver de Jáuregui fue cubierto con una capa militar y al caer prisioneros de la fuerza invasora, son trasladados hasta Playa Girón.

De visita obligada a Clara Enma Chávez investigadora matancera, quien junto a un colectivo de historiadores compiló en 1986 el título Biografía de una Victoria, publicado por Editora Política y donde se ofrece una relatoría de los mártires de la gesta; explicó que los recientes hallazgos conllevan un nuevo estudio y revisión de toda la base documental utilizada en aquel momento.

Precisó la estudiosa que consultó fuentes del Instituto de Historia, registros del Departamento Nacional de Identificación con la relatoría de pesquisas en hospitales y cementerios de toda la zona de combate y como resultado, en aquel entonces el número de víctimas de militares cubanos se fijó en 156.

Ante estos hechos –reflexiona Clara Enma- se impone una relectura y escrutinio de todos los documentos porque no es menos cierto que, de realizarse la prueba de ADN a los restos encontrados en Playa Girón y confirmarse la identidad del sujeto, en honor a la verdad histórica quedarían por investigar dos nombres más de los que hay que precisar a qué unidad o batallón pertenecieron, todo un reto.

Recuerdo que apenas unos días después de publicado el libro que ahora pacientemente actualizamos, para que vea la luz en el aniversario sesenta de Playa Girón –rememora Clara Enma- nos topamos con documentación mal emitida y que uno comprueba luego de la paciente reconstrucción histórica del momento.

“Hay que reconocer que todo esto aconteció en un escenario de guerra, donde los caídos eran trasladados según la distancia; a Jagüey Grande o Covadonga, no pocos desfigurados por las horribles quemaduras del napalm, otros deshechos por las bombas y la metralla y en ese contexto se procedía a la identificación.

Por ejemplo, en Jagüey Grande se habilitaron en el cementerio dos cuartones en una fila para milicianos y mercenarios y además; se conservaban las pertenencias para que los familiares también pudiesen contribuir al reconocimiento de las identidades, pero te reitero; en una situación convulsa”.

Entonces, redondeando las ideas.
– Que se trabaja en la identificación de los restos hallados en playa Girón para lo que se impone inexorablemente la prueba de ADN, puesto que la realidad histórica de ese hecho está reconstruida así como los elementos antropológicos.
Por otra parte se revisan todos los casos a fin de hallar alguna omisión y en el 2021, presentar el trabajo completo, con las últimas rectificaciones.
De los nombres de caídos que ahora aparecen, por el momento no te puedo decir mucho; pero sí que fallecieron como integrantes de un batallón y no aparecen en registros.
En el avance de la investigación descubro que uno de los casos el apellido fue cambiado, un Fernández, por Hernández; es algo realmente delicado y que merece toda la atención por eso en el año del aniversario 60 de la victoria en playa Girón, esperamos tener la totalidad de los casos estudiados y sobre todo, rendirles los honores que merecen.

Historiadora Clara Emma Chávez

** Corresponsal de Radio Rebelde en Matanzas