Maduro ha expresado que tras las elecciones tendrán lugar en Venezuela grandes cambios económicos

Unos 20 millones y medio de venezolanos están convocados para las elecciones de este domingo en medio de un complejo escenario montado por la hostilidad de Estados Unidos y sus aliados regionales.

Pocos dudan de la victoria del presidente Nicolás Maduro, quien tiene como contendientes electorales al ex gobernador Henry Falcón, el pastor evangélico Javier Bertoluchi, el ingeniero Reynaldo Quijada y el empresario Luis Ratti.

Tras el retiro de la opositora Mesa de Unidad Democrática, ninguno de los retadores parece tener la pegada necesaria para superar al líder bolivariano, quien está preparado para dar nocao rápido.

El símil boxístico permite entender la supervivencia de un proyecto socio-político sobre el que se ha volcado toda la agresividad de Washington, que se resiste a permitir la sobrevida del chavismo.

Después de los votos

No por gusto Maduro ha dicho que tras las elecciones del domingo tendrán lugar en Venezuela grandes cambios económicos.

El país necesita una gran renovación del sistema de producción, distribución, comercialización y sobre todo, necesitamos establecer un sistema de precios que se respete y que respete al pueblo, adelantó el líder chavista.

Está claro que en la dirigencia bolivariana hay conciencia de que el proyecto socio-político se tiene que sostener sobre una economía próspera, algo que también conocen los adversarios que diseñan y ejecutan el sabotaje económico.

Por eso, las elecciones son muy importantes, pero mucho más lo es lo que pasará después, cuando la Revolución Bolivariana tendrá que apelar a toda la capacidad productiva de un país que este domingo se va a las urnas en medio de una feroz guerra económica.