Ileana Ros-Lehtinen rodeada de sus amigos peludos

La Habana, Cuba. – Un periodista del Nuevo Herald, Alex Daugherty, escribió una crónica-despedida a Ileana Ros-Lehtinen, legisladora de Miami donde sintetiza su vida.

Ileana finalizó en el Congreso de Washington y se dedicará en el futuro a otros menesteres y sobre todo al cuidado de su perrita Mya.

Ella observó los preparativos de un agasajo que le dispensaron sus más allegados, desde un bar próximo al Capitolio, mientras comía alitas de pollo sin salsa y se tomaba varios rones dobles.

Según la crónica de Daugherty, la homenajeada hizo esperar unas 10 horas a los invitados. ¿Pretexto?  Mucho tránsito en las calles.

Durante el encuentro Ros-Lehtinen pronunció un discurso de agradecimiento que interrumpió varias veces por tropiezos en su lectura. Además pidió disminuir la llamada ayuda a Nicaragua hasta tanto cumpla exigencias de la Casa Blanca.

En una oficina sin ventanas y computadora 

Ileana Ros-Lehtinen durante las palabras de agradecimiento en el homenaje organizado por sus íntimos, también se refirió a Venezuela, Corea del Norte y Siria, como países auspiciadores del terrorismo.

Antes de finalizar su mandato, a mediados de enero próximo, ella elabora un proyecto de ley que lleva su nombre para autorizar gastos militares a favor de Israel. El futuro del plan afronta interrogantes en los finales del actual Congreso.

El periodista del Herald, Alex Daugherty, señala que aún cuando Ileana se retira, su feroz sentimiento anticubano continúa al igual que en varios de sus aliados, como es el caso del senador floridano, Marco Rubio.

Esa legisladora en sus últimos días ha tenido que trabajar desde una oficina sin ventanas, carente de computadora e impresora y disputándose el espacio con su perrita llamada Mya. !Mya es como yo!.