Solo Martí había intentado lo que Fidel proponía: la unidad nacional alrededor de una idea de redención. Y el Comandante logró lo que la Historia decía que era imposible.
Con paciencia asiática, esfuerzo de hormiga y argumentos de hierro, primero aglutinó a la Generación del Centenario y después, ya desde el poder, unió a todos los cubanos en la construcción y defensa de un país nuevo. Todos somos uno en esta hora de peligro, había dicho el líder cuando la hecatombe nuclear era una sombra negra sobre el país.
Todos nos unimos porque siempre se supo que desde entonces nadie quedaría abandonado, ni Roque, el timonel del Granma caído al agua; ni los guajiros damnificados por el Flora; ni Elián secuestrado en Miami; ni los Cinco en duras prisiones.
Por fin, como quiso Martí, Cuba se convirtió en un bloque monolítico y Fidel fue la argamasa.
Laurent:
Compartimos el dolor y la esperanza.
Gracias por detenerte en la web de Radio Reloj
Quisiera enviar profundas y sinceras condolencias a la familia de nuestro líder indiscutible: Fidel Castro Ruz, por su deceso.
Soy una joven cubana de 24 años, que ha podido cumplir su sueño de estudiar en la Universidad, gratuitamente, gracias a nuestro Comandante en Jefe; que puede caminar libremente, sin temor a ser asaltada en las calles, así como asistir sin abonar un solo centavo, a cualquier institución de la salud.
Mantener vivo a Fidel, significa cumplir al pie de la letra cada frase de su concepto de Revolución: ser generosos y respetuosos con cada ser vivo a nuestro alrededor; hacer valer nuestros principios en cualquier lugar, frente a quien sea, sin temor alguno de ganarnos la apatía de quienes piensan distinto a nosotros, de quienes, pese a ser la mayoría, no están en lo correcto. Es realizar las tareas encomendadas, de corazón, sin intereses ocultos; es llevar acabo la sinceridad, la humildad, en el día a día.
Es abogar sin descanso por el ahorro de recursos naturales, como el agua, el gas; es ahorrar energía eléctrica, puesto que aún hay muchos que consideran que siempre existirán estos recursos, pese a al derroche. Es contaminar lo menos posible el medio ambiente, por ejemplo (en nuestro país), vertiendo en lugares adecuados los objetos de difícil descomposición: botellas, plásticos, gomas de autos, entre otros. También, es importante acotar, la necesidad de reciclar los papeles utilizados en oficinas, puesto que se bota la mayoría, al ser escritos por una de las caras (no sé si sea por desconocimiento o por simple negligencia); mientras más refinada sea la hoja, significa mayor contaminación al medio ambiente, además de tener en cuenta que el papel, luego de un determinado proceso, sale de los árboles.
Un fuerte abrazo a nuestro Presidente, Raúl Castro Ruz y mucha fuerza, que cumpliendo las máximas de Fidel, hay Comandante en Jefe para rato.
Laurent Rivero González, estudiante de tercer año del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana.