Cuando pensamos en los hombres valerosos e intrépidos que nuestra Isla vio nacer, es imposible olvidar al joven intelectual: Rubén Martínez Villena.

Sin duda alguna, al igual que José Martí, Villena traería en la frente la estrella que ilumina nuestra Patria.

Fue un hombre bondadoso, con rebeldía de carácter, con gran concepto de honor, voluntad y energía incansable, siempre dispuesto a anteponer el deber a todo.

Desde muy joven, Rubén Martínez Villena puso a relieve en sus artículos y poemas el amor ardiente hacia Cuba.

Fue a partir de 1920 cuando las revistas habaneras comenzaron a publicar los poemas del intelectual, época en que, al decir de su amigo y biógrafo Raúl Roa García, fue el periodo en que Rubén cristaliza en arrebatados sonetos su fogoso patriotismo.

Rubén abonó los caminos al triunfo

Desde muy joven Rubén Martínez Villena se enfrentó abiertamente al gobierno tiránico de Gerardo Machado, convirtiéndose en la figura principal del Grupo Minorista.

Fue el autor de la mayoría de los documentos y manifiestos que nacieron de ese grupo, entre ellos figura la Protesta de los Trece; manifiesto que puso al descubierto su figura revolucionaria y su comprometida lucha contra la corrupción imperante de la época.

En 1927 formó parte de las filas del Partido Comunista de Cuba, desde ese momento y hasta su muerte, ocurrida en La Habana el 16 de enero de 1934, se dio por entero a la lucha contra el opresor gobierno.

Sin duda alguna, la intrepidez y coraje de Rubén Martínez Villena ayudaron a abonar  los caminos que llevaron al triunfo de la Revolución cubana.