La Habana, Cuba. – Revertir la frágil protección social anterior al triunfo revolucionario fue un objetivo en 1959. Desde entonces todos los esfuerzos se concentraron en transformar esa expresión de justicia, lo que se logró en 1963 al entrar en vigor el primer sistema de seguridad social.

Esa ha sido una importante conquista, basada en un principio fundamental: seguridad social para todos, es decir, total cobertura de riesgo a los trabajadores, su familia, grupos vulnerables, y a la población en general.

La actual Constitución ratifica el derecho de todos a los beneficios de la seguridad y asistencia social. Y es también el Estado el que garantiza la protección adecuada cuando una persona se encuentra impedida de laborar por edad, maternidad, paternidad, invalidez o enfermedad.

Garantías salariales

Para cumplir el principio de Seguridad Social para todos se implementó la Ley 105, que reúne en un solo cuerpo legal los diferentes regímenes que garantizan la protección al pueblo.

Varias son las prestaciones que conforman ese sistema, a través de las cuales se concreta la protección monetaria que repercute, por ejemplo, en la maternidad.

Sobre el tema, explica Haydeé Franco, existe una legislación específica, la cual se ha perfeccionado, extendiéndose los derechos de protección a otros familiares.

La Subdirectora del Instituto Nacional de Seguridad Social señala que todas las mujeres, independientemente del sector al cual pertenezcan, deben recesar en el trabajo al arribar a las 32 semanas de embarazo, un hecho que legitima que en Cuba la protección social está garantizada desde el nacimiento hasta la vejez.

Irrefutable protección

La seguridad social en Cuba no solo incluye prestaciones monetarias, pues existen otras en servicios, que comprenden la asistencia estomatológica y médica, así como la rehabilitación física, y síquica, todas garantizadas de manera gratuita. 

Esos servicios constituyen ejemplos de la garantía de la protección al pueblo a través del sistema de seguridad social, resalta Haydeé Franco, Subdirectora del Instituto Nacional de Seguridad Social.

Y es que todos los servicios que se dispensan en las instituciones de salud pública son sin costos, incluso para el hospitalizado, e incluyen alimentación, medicamentos, atención especializada a embarazadas, y aparatos ortopédicos.

En las nuevas condiciones económicas, prevalecerá como siempre la voluntad de asegurar la protección social a todos, una garantía irrefutable de nuestro estado.