La Habana, Cuba. – Cualquier político medianamente sensato percibe que los tiempos en que Estados Unidos gruñía y el mundo temblaba pertenecen por completo a un pasado sin regreso. Así de sencillo.

Por tanto, ya va pasando la hora de que mediante presiones, agresiones y conciliábulos amenazantes,  Washington pueda imponer sus criterios y sus modelos a los demás. Incluso hasta sus publicitadas opciones militares han mostrado que carecen de poca efectividad, y enfrentan severas respuestas de las pretendidas víctimas.

No obstante, la prepotencia imperial sigue siendo una epidemia entre algunos ultraconservadores gringos. Y es el caso que, en su afán de seguir apretando la soga en América Latina, a todo el conjunto de acciones contra Caracas se haya sumado ahora una reunión de expertos en acciones bélicas.

Del tinglado

El informe sobre este conciliábulo relativo a una posible acción militar contra Venezuela, fue revelado por varios órganos de prensa, que indicaron la presencia en la mesa de figuras del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, del visceral antibolivariano e injerencista Roger Noriega, y hasta de altos jefes militares colombianos, desde cuyo país las autoridades oficiales despliegan acciones y campañas contra Caracas a partir de las indicaciones estadounidenses.

La reunión secreta, al menos así intentaban que fuese sus participantes y organizadores, contó además con la asistencia de dos pretendidos funcionarios del supuesto gobierno paralelo del señor Juan Guaidó, lo que muestra que en esa crápula no hay nadie exento del empeño de derramar sangre en Venezuela.