La Habana, Cuba. – Una vez más los cubanos damos la cara ante una contingencia hidrometeorológica. Esta vez el golpe vino con la tormenta subtropical Alberto, empapando a varias provincias.

Corte de carreteras, daños en las vías de comunicación, casas inundadas, derrumbes y campos agrícolas anegados, es la fotografía dejada por las lluvias.

Ahora como Ave Fénix, los cubanos volvemos a subirnos la manga al codo para trabajar y borrar las huellas de Alberto.

Desaguar los sembradíos, cosechar lo que se pueda aprovechar, y plantar cultivos de ciclo corto, son algunas de las acciones en la agricultura. Mientras, la industria alimentaria enfila su rumbo hacia mayores producciones que garanticen surtir la mesa de los cubanos, en particular de quienes recibieron la inesperada visita de tanta agua.

Cubanos con una sola opción: Trabajar

El Sol ya ilumina el paisaje donde las aguas asociadas a la tormenta subtropical Alberto, con la ayuda de alguna vaguada, dejaron su huella.

Guiados por la Defensa Civil a diferentes niveles, los cubanos ya trabajan para reparar las heridas.

Reactivar la vida en las zonas inundadas, producir alimentos, reconstruir viviendas, reanimar vías de comunicación y redes eléctricas son tareas donde miles de cubanos sudan la frente, con la convicción de que el único camino para salir de esta situación es el trabajo.

El Gobierno asegura los recursos y medios para revertir el panorama, el resto dependerá de la capacidad de movilización y trabajo mancomunada.

Para los cubanos no hay otra opción que trabajar para  que la huella de Alberto solo resulte un mal recuerdo colectivo.