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Granma, Cuba. – El ejercicio comunicativo de la reportera Marisela Presa Sagué ha sido interpretado como espléndido, franco e interactivo; así lo subrayan colegas y receptores.

Por años, un slogan mediático la encomiaba como la niña linda del radio periodismo granmense; y no era casual tal apelativo: ella, con voz, dicción, intelecto y locuacidad magníficos, atraía a oyentes de diversas generaciones, quehaceres y habilidades.

Lo refrenda Raciel Pérez, su par profesional en Radio Bayamo, quien asevera que la innata capacidad de Marisela para buscar y emitir elementos de interés con elegancia y certeza, motivaron su esplendor ante el micrófono.

Desde su juventud presentó credenciales técnicas apreciables: era, y es, acuciosa, motivadora y resuelta, confirma el editor Martín Corona. Presa Sagué dice que su estancia en la radio bayamesa hizo su vida más plena: allí crecí intelectual y personalmente, revela.

Decisión lúcida

Marisela Presa Sagué llegó a tierras bayamesas atraída por el amor y con enormes deseos de avanzar en el ámbito periodístico. Opté por el mundo sonoro, por la voz en el éter, dice con justificada exaltación. Era época fundacional de periódicos regionales y la producción televisiva era mínima aunque imponente.

En Báguanos, escuchaba radio Progreso y radio Liberación. Me atraían, alega la septuagenaria, quien aún se desempeña en el reporterismo. Para muchos de sus amigos ha sido aya de oficio y referente investigativo, cultural y narrativo.

Con grabadora encendida, pluma en ristre y micrófono a mano, es genial; habla con naturalidad, expone, replica y convence, añade Caridad Rosales Aguilera.

En Radio Bayamo funciona su existencia. Por 50 años ha vivido insomnios, preocupaciones y alegrías, por sucesos naturales, por inmediatez noticiosa y por encomios a su carrera y conducta.

Honores y méritos

Para la reportera, locutora, guionista y directora granmense, Marisela Presa Sagué, la vida ha sido intensa y su obra no queda rezagada. Es que mi labor profesional ha definido mi identidad, ratifica.

Su sencillez, cordialidad, ética y eminencia sostienen decenas de premios, reconocimientos, aplausos y elogios, enumeran sus amigas Sara Sariol y Gloria Guerrero. Es Hija Adoptiva de la histórica provincia de Granma.

Sus conocimientos y pedagogía empírica, la acreditan como Maestra de generaciones y la Unión de Periodista de Cuba le tiene entre sus más distinguidos afiliados. Aquella santiaguera-holguinera trajo a la ciudad Antorcha su estirpe cívica, campesina y popular, tanto del Tivolí como de su barrida rural de La Curva.

Con su singularidad, ha narrado hermosas historias de Cuba y África. Y aquí, con todos los que me quieren, estaré hasta el final, asegura.