La Habana, Cuba. – Ya vivimos a lo largo y ancho de todo el archipiélago cubano la temporada más divertida del año. Las clases concluyeron hace algunas semanas y muchas familias se disponen a la recreación, el relajamiento y el descanso.
Luego de varios meses de estudio o con el peso de la intensidad laboral encima, ha llegado la hora de hacer algo diferente, renovador, atrevido.
Las playas están repletas, los centros recreativos tienen mayor concurrencia y las fiestas populares van teniendo lugar en muchísimos lugares. Casi todo el mundo anda en la calle.
Y es ahí, en esa clave singular del verano, donde debemos poner la mayor cuota de cuidado para prevenir accidentes, evitar riñas o situaciones desagradables, o trocar el sano disfrute en malestar.
Hay que pensar en pasarla siempre bien, pero sin excesos que nos laceren o nos generen mal. El verano es para vivirlo, no para frustrarlo.
Disfrutar de múltiples maneras
Como si fuera poco, estamos viviendo en este 2023 una de las temporadas veraniegas más calurosas de los últimos años. Ahí están los récords de temperatura y las historias que viven cubanos y cubanas a lo largo y ancho de todo nuestro archipiélago.
Aunque muchos no han concientizado las alertas ofrecidas por los especialistas, es recomendable mantenernos buen resguardo pasadas las 11 de la mañana y hasta que caiga la tarde, pues la intensidad de los rayos del Sol puede acarrear enfermedades de todo tipo, como brotes diarreicos y cuadros de deshidratación.
De ahí que debemos cuidarnos en el más amplio y completo sentido de la palabra. Debemos ser precavidos, vigilantes y no quebrantar nuestra salud ni la de los nuestros por un rato de diversión de más o menos tiempo.
La plenitud del verano puede sentirse, responsablemente, de múltiples maneras.