La Habana, Cuba. – El Parque Nacional Alejandro de Humboldt, nombrado así en honor al científico alemán considerado el segundo descubridor de Cuba, ocupa territorios de las provincias Holguín y Guantánamo, y tiene una extensión superior a las 70 mil 600 hectáreas, de las que 2 mil 250 corresponden a aguas territoriales y más de 68 mil 400 son terrestres.

Declarado por la UNESCO en el 2001 Patrimonio Mundial de la Humanidad, son impresionantes sus valores de la biodiversidad, el alto endemismo de la flora y fauna y la continua descripción de nuevas especies u otras muy raras que habitan la región.

Sólo en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, zona llena de paisajes únicos e irrepetibles, se pueden encontrar más de mil 500 especies de la flora cubana y animales en peligro de extinción como el almiquí o el gavilán Caguarero.

Características naturales

El Parque Alejandro de Humboldt tiene los mayores índices de precipitaciones de Cuba, con registros que oscilan entre los 2 mil 404 mil milímetros de lluvias al año. Rico por sus playas vírgenes y bosques lluviosos de montaña, allí se encuentra la mayor red hidrográfica de Cuba y el más grande reservorio de agua pura del Caribe.

El científico cubano Antonio Núñez Jiménez afirmó que en la zona existen los ríos de agua más cristalina del mundo, como el Cabeza de Jaguaní, con varios saltos y cascadas.

Atractivos del Parque son el mirador de la Loma del Mulo; El Toldo, pico y meseta que son las mayores alturas del macizo Moa-Baracoa; y la meseta Alto de Iberia, con lagunas únicas de su tipo en Cuba y el mundo.

También está la bahía de Taco, hábitat del manatí, y los Farallones de Moa, con un desarrollado sistema cavernario fluvial, cuya Gran Caverna es Monumento Nacional.