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El tabaquismo constituye una de las causas de muerte prevenible más frecuente en la población

Muchas son las razones para dejar el consumo del tabaco; conocer los riesgos para la salud puede ayudar a descontinuar el hábito. Cuando se usa durante un período largo, los químicos conexos del cigarro, como el alquitrán y la nicotina, incrementan el riesgo de muchos males.

Aunque los efectos del tabaco se producen de forma progresiva y están directamente relacionados con el tiempo de duración de la adicción, las consecuencias son demoledoras desde la primera calada.

La nicotina alcanza el cerebro poco tiempo después de ser consumida. Al fumar, los pulmones se llenan de humo con cientos de sustancias tóxicas que, al no haber oxígeno, son transportadas y expandidas por el sistema circulatorio.

Por ello, todos los órganos del cuerpo se ven deteriorados en un fumador, porque reciben mucho menos oxígeno que el resto de las personas.

Otros daños de fumar

El tabaquismo es una conducta compleja en la que intervienen componentes adictivos y que suele asociarse a tareas habituales de la vida diaria como tomar un café, o compartir con amigos.

Todo ello hace que dejar el hábito no sea una tarea fácil. Pero lo cierto es que el tabaquismo continúa siendo una de las causas de muerte prevenible más frecuente en la población.

Diversas investigaciones han identificado más de 4 mil elementos químicos en el humo del cigarro, y está demostrado que al menos 60 de ellos son cancerígenas y producen efectos devastadores en la salud.

El primer efecto nocivo que causa el humo del tabaco es la irritación de las mucosas de la boca y las vías respiratorias, pero también provoca otros riesgos como problemas pulmonares, hipertensión arterial, disminución de la capacidad para saborear, y pérdida de la vista.