Los clientes del restaurante Gulou Hotpot, en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, reciben una multa que se agrega a su cuenta si dejan sobras al finalizar su comida.

La medida se aplica a los comensales que optan por la oferta de hot pot: un caldo caliente que se cocina en el centro de la mesa, al que se añade carne, pescado, tofu, verduras y otros alimentos según el gusto del cliente.

Esa oferta cuesta 13 dólares e incluye 2 horas de ingredientes para el caldo y bebida ilimitados. Pero si el usuario pierde el apetito, tendrá que pagar una multa que incluso es mayor que el precio del plato.

De esa forma los dueños del local pretenden reducir la cantidad de residuos que produce el restaurante, y también enseñar a los clientes a pensar antes de pedir sus porciones.