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La Habana, Cuba. – La quiropráctica es una especialidad dentro del campo de la salud, concebida como medicina alternativa que incursiona en los trastornos del sistema músculo-esquelético, en especial de la columna vertebral, y de otras articulaciones, incluidos los tejidos blandos.

Esta terapia plantea que gran parte de las enfermedades son causadas por disfunciones de segmentos vertebrales, malformaciones que presionan los nervios circundantes, bloqueando el flujo de energía, lo cual origina cambios anómalos en nervios, músculos, ligamentos y tejidos, e interfiere en muchas funciones del organismo.

Los quiroprácticos, de quienes se precisa una correcta preparación, utilizan como principal técnica la manual para, a través de ajustes o manipulaciones de la columna vertebral, abordar problemas posturales del cuerpo, con la finalidad de tratar dolores lumbares o de espalda, así como del cuello, de cabeza y otros.

Tan antigua, tan actual

Muchos piensan que la quiropráctica es una técnica nueva, pero ya en 1895 el canadiense Daniel David Palmer realizó el primer ajuste vertebral, convirtiéndose en el creador de la disciplina.

La historia documenta que un conserje que había quedado sordo tras un accidente en que se lesionó la espalda acudió a Palmer, quien observó que una vértebra de su columna estaba desplazada; tras corregir el problema, el individuo recuperó la audición.

Muchas personas acudieron a él, que no pudo repetir los resultados, pero ese primer evento demostró luego su eficacia para tratar dolores de espalda y articulares, migrañas y más.

La quiropráctica fue reconocida por la Organización Mundial de la Salud en el 2005, y existen hoy más de 50 escuelas en el mundo, la mayoría en Estados Unidos, Inglaterra, Australia, Francia, Dinamarca, Brasil y México.